lunes, 26 de marzo de 2012

Pontifical en Filipinas

Monseñor José S. Palma, Arzobispo de Cebú y Presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, oficiará Santa Misa pontifical con la Forma Extraordinaria del Rito Romano, el próximo 26 de marzo, Solemnidad de la Anunciación, en la iglesia de María Corredentora. Con asistencia de los hermanos Franciscanos de la Inmaculada.

Los prejuicios contra la Misa tradicional están desapareciendo a gran velocidad en todo el mundo. Son ya 265 los cardenales y obispos en todo el mundo que han oficiado o asistido a actos litúrgicos celebrados con la Forma Extraordinaria, tras el motu proprio Summorum Pontificum del Papa Benedicto XVI.

Rorate Caeli

martes, 20 de marzo de 2012

lunes, 19 de marzo de 2012

Card. Simonis: “En Holanda hubo una interpretación errónea del Concilio”

 6-11-1999-Groningen, Kathedrale Kerk van de H.H. Jozef en Martinus.

Eucharistieviering waaronder de wijding van Mgr. dr.W.J. Eijk tot Bisschop van het Bisdom Groningen.

Foto: Sake Elzinga
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Presentamos nuestra traducción de una entrevista, publicada en la edición italiana de Zenit, al Cardenal Adrianus Johannes Simonis, arzobispo emérito de Utrecht, sobre la equivocada interpretación del Concilio Vaticano II en Holanda y sus nefastas consecuencias para el catolicismo de esa nación.
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Eminencia, ¿usted participó en el Concilio Vaticano II?

No, lamentablemente no. No he participado en el Concilio; sin embargo, en aquel período estaba presente en Roma, donde estudié dese 1959 a 1966.
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De todos modos, ¿nos puede decir cuáles han sido, en su opinión, las enseñanzas y argumentaciones mejores que han surgido de ese Concilio?

De este Concilio una nota importa es seguramente la adaptación a la mentalidad de este tiempo pero la más importante es la reflexión, que de él ha surgido, sobre el rol mismo de la Iglesia. La Lumen gentium, para mí, ha sido el documento más importante.
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La Iglesia holandesa no vivió serenamente el post-Concilio: hubo polémicas sobre el catecismo y otras controversias. A cincuenta años de ese evento, ¿cuál es la situación actual?

La situación de la Iglesia holandesa después del Concilio es muy difícil de describir. En aquella época hemos tenido una polarización en dos facciones. Vivíamos prácticamente con dos iglesias en una. Con una facción que era muy radical y quería cambiar todo, pero en la cual la fe estaba muy disminuida. Ahora esta polarización más o menos ha terminado pero, como consecuencia, muchísimos han perdido la fe y han dejado la Iglesia. En general se puede decir que en Holanda rige el “indiferentismo”. El Santo Padre, algunas semanas atrás, ha dicho algo muy cierto: cada hombre tiene un sentido religioso, una tendencia a buscar a Dios, lo trascendente; pero en mucha gente este sentido religioso se ha perdido, ha entrado en coma, y esto vale particularmente para nuestra nación.
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¿Qué ha sido lo equivocado en la interpretación del Concilio?

Sí, es cierto: ha habido una errónea interpretación del Concilio. No han leído los documentos sino que se han limitado a argumentar, basándose en el así llamado “espíritu del Concilio”, es decir: todo está permitido, todo puede cambiar.
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¿Tal vez también una equivocada interpretación del rol de los laicos en la Iglesia?

Sin duda, con el resultado de que los laicos en Holanda se han convertido más o menos en sacerdotes, y los sacerdotes se han secularizado.
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El Pontífice Benedicto XVI ha convocado el Año de la Fe y una movilización para la Nueva Evangelización. ¿Qué debería hacer la Iglesia en los Países Bajos?

Lo que siempre he dicho es: catequesis, catequesis, catequesis. Falta una catequesis bien fundada, pero ahora el problema es que los jóvenes se han alejando de tal modo de la fe y de la Iglesia que dicen que no tienen necesidad de ella, porque materialmente tienen todo. Espero, si bien es una idea un poco extraña, que esta crisis económica pueda llevarlos a reflexionar. En los Países Bajos ahora se reacciona sólo a nivel emotivo, ya no se piensa. En mi opinión, el Pontífice Benedicto XVI quiere hacernos reflexionar. Recientemente he leído un libro del Santo Padre sobre la verdad, la tolerancia y los problemas modernos ligados a la relación con las otras religiones: su invitación es a pensar y reflexionar, usar la razón, pero en Holanda se usa sólo la emoción. Esto es muy peligroso.
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Estamos en tiempo de Cuaresma. Desde Roma piden mucha atención a la confesión y a la práctica de la Eucaristía. ¿Cómo es la situación en los Países Bajos y en qué dirección se está yendo?

Ya desde hace cuarenta años la confesión está completamente perdida, ¿y sabe por qué? ¡Porque los holandeses no pecan! En el sentido de que ya no saben qué es el pecado. El concepto de pecado está ligado a la conciencia de Dios: si ya no se cree en un Dios personal, no se piensa más en el pecado. Nuestro país está lleno de personas que creen en una entidad abstracta, que existe algo, pero no un Dios personal: por esto piensan que no pecan.
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Por lo tanto, ¿la confesión se convierte en algo ya no más necesario?

La verdad es que en los Países Bajos tenemos necesidad de una conversión total.
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Una reflexión personal sobre su vida de sacerdote, arzobispo y cardenal. ¿Qué puede decir a las jóvenes generaciones y a los muchachos que están estudiando en los seminarios?

Les digo que aprendan a pensar, a reflexionar. Y luego rezar, rezar, rezar. La oración es importantísima, es y debe ser el fundamento de la vida humana, pero en Holanda no se reza porque no se cree en un Dios personal sino sólo en un ente vago.
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Con Wim Eijk, Holanda tiene un nuevo purpurado. ¿Cuál es su augurio para él en estos tiempos difíciles, no sólo de crisis económica?

Le he escrito inmediatamente cuando tuvo el nombramiento cardenalicio. Le he deseado poder conservar el espíritu de servicio. Ésta es la responsabilidad más grande de un cardenal: permanecer en espíritu de servicio a la Iglesia y al Señor. Esto por el honor de Dios, por la salvación de los hombres y a imitación del Corazón de Jesús: un corazón lleno de verdad, de amor y de misericordia.
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¿Ésta es también su experiencia personal como cardenal?

Sí, he tratado de vivir en este espíritu mi cardenalato por 27 años. Ahora soy un cardenal anciano, he cumplido 80 años y ya no puedo elegir Papa, ¡pero todavía puedo ser elegido! (estalla en risas). ¡Pero no os preocupéis, no sucederá!
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Traducción: La Buhardilla de Jerónimo

domingo, 18 de marzo de 2012

Carcoma contra los ritos orientales

Don Orazio Patrone es un joven sacerdote italiano perteneciente al Camino neocatecumenal. Lleva tres años en Egipto trabajando en una parroquia católica de Rito Copto (existen unos 400.000 católicos de este rito en Egipto). El presbítero ha logrado su "minuto de gloria" mediática con esta perla, incluida en una entrevista publicada en Zenit:

"La Iglesia en Egipto está muy ligada a sus tradiciones, sobre todo litúrgicas, y tiene dificultad de entrar en el dinamismo de la Nueva Evangelización auspiciado por el Concilio Vaticano II. Por otra parte, hay intentos y apertura sobre todo del lado católico, que está atento y relativamente informado de lo que acaece en occidente. Lo demuestra, entre otras cosas, la apertura, aunque lenta, a los carismas surgidos después del concilio. Están presentes en la parroquia realidades como los focolares y el camino neocatecumenal, y otros movimientos nacidos en Egipto con el objetivo de una renovación en vistas de la Nueva Evangelización".

El artículo también critica la importancia del Viernes Santo en la Liturgia oriental frente -dice él- al Domingo de Resurrección: "una liturgia muy larga como era antes el uso de la iglesia latina preconciliar".

Conclusión: la riquísima liturgia oriental, de tanta antigüedad en el cristianismo y regada por la sangre de tantos mártires, es un obstáculo para la Nueva Evangelización. Y precisa de jovencitos sacerdotes occidentales que vayan a enseñarles el "camino" a seguir y que, de alguna manera, menosprecien su singularidad litúrgica al considerarla menos fructífera. Los carismas que cuentan son los surgidos tras el Concilio Vaticano II, porque al parecer durante más de mil años la Iglesia no dio carismas que merecieran la pena y los que dio ya no cuentan. Y el espíritu del Concilio, ya desvanecido, ha dado lugar al dinamismo de la Nueva Evangelización, que tampoco nadie sabe lo que es.

El asalto a los Ritos Orientales se está gestando en el Seminario Redentoris Mater de Beirut, en Líbano. Un seminario diocesano "inter-ritual" que forma presbíteros para la Nueva Evangelización, con vocación destinada a servir la Iglesia oriental. Nada que objetar a ésto si de verdad la vocación fuera servir a las perseguidas Iglesias en Oriente, y no pretender ir evangelizarlas y cuestionar su liturgia.

Rorate Caeli (en inglés)
Cammino.info (italiano)

domingo, 11 de marzo de 2012